EPICENTRO ESPIRITUAL
Cuando llegué de Taizé bauticé la experiencia como “mi paréntesis transformador”, porque siento que hay una pausa en mi camino de fe que me hizo reaccionar, que me remeció… Recuerdo que mi primer aprendizaje fue el tener un corazón agradecido, porque cuando uno da las gracias se hace pequeño y necesitado de Dios. Luego de los tres meses si me preguntan: ¿Cuál fue tu mayor aprendizaje? Debo decir, con algo de vergüenza, que aprendí que no sé rezar, que hay una gran ignorancia en mi con respecto a la oración, y sin embargo, pude experimentar que el Espíritu Santo socorre esa ignorancia y siempre ora en nosotros, que el sólo hecho de disponerse ya es preludio de contemplación.
Siento que no es coincidencia que la Peregrinación de Confianza en nuestro país esté de alguna manera condicionada por el terremoto, y muy en concordancia con dicho suceso, creo que justamente la presencia de Taizé en Chile nos va a ayudar a encontrar nuestro “Epicentro Espiritual” para que seamos “réplicas fuertes” en los corazones de los demás.
La tierra pudo haberse sacudido, pero nuestra fe no. Y como dicen nuestros obispos, el Alma de Chile sigue intacta.
0 Déjame tu comentario:
Publicar un comentario